Leyenda de la Laguna Verde.
Hace miles de años en los inicios de nuestra tierra, una pareja de indígenas felices con su capacidad de amar, son premiados por los Dioses con un hermoso niño, quien crecía fuerte, sano y educado en las artes primitivas.
Un triste día, el padre regresa a casa después de cumplir con su labor pero encuentra su hogar en desorden y sin su esposa e hijo.
Pensó que una fiera ataco en su ausencia, pero él sabía que su mujer era capaz de defender su casa y luchar por su hijo.
Desesperado salió a buscarlos, pero nadie le dio razón y podría ir a otros territorios por que se ubiera convertido en presas.
Algo misterioso había ocurrido y decide acudir a los hechiceros Le dicen que no busque porque ellos estaban con los dioses y su hijo seria convertido en el más grande hechicero de nombre Chispas La pena del joven indio era inmensa y los siguió buscando e incluso por los mundos permitidos, transcurriendo así 33 lunas Triste y resignado se sentó sobre la montaña prometiendo llorar por última vez, que incluso los dioses lo escucharon. Sus lágrimas fueron tantas y abundantes que formo tres hermosas lagunas: la negra por su dolor, la verde por su esperanza y la blanca por su resignación Los Dioses se compadecieron de aquel amante y lo convirtieron en volcán lanzando suspiros de dolor, azufre y gras. Desde entonces se le conoce como el Gran Chaitan (brazo de fuego en quechua) y junto al taita-urco (galeras) se escuchan sus voces de fuego, protegen los andes y han hecho fértil nuestra
tierra.