Historia de la Virgen de Las Lajas en Ipiales – Colombia
Esta es la historia de dos mujeres María Mueses y su hija Rosa, de procedencia indígena del pueblo de Potosí, que viajan a pie desde Ipiales hasta su casa en un día lluvioso, donde tuvieron que parar en una cueva para escamparse.
Rosa que era sordo-muda, empieza a juguetear entre las piedras y miró hacia al interior de la cueva donde mira la imagen de la Virgen y al ver la aparición, le habla por primera vez a su madre diciendo: “Mamita, Mamita la Mestiza me llama, vea que se ha despeñado con un mesticito en los brazos y dos mestizos a los lados”.
María sale precipitada a contar el milagro a sus conocidos y patrones de la Familia Torresano de la aparición, pero nadie le cree.
Pasa el tiempo, Rosa cae enferma y fallece. María en su desesperación, corre con el cuerpecito de su hija hacia la cueva suplicando a la Virgen que interceda ante su hijo Jesús para que le conceda el don de la vida para su hija.
Tanto le conmovió a la Virgen las lágrimas y la fé de esta madre, que fue concedido este segundo Milagro y Rosita volvió a la Vida.
María, cuenta su historia a sus patrones, familiares y amigos, y ante semejante testimonio, el 15 de septiembre de 1754, se emprende una gran peregrinación para comprobar que la Virgen se encuentra en ese lugar.
Al llegar “El milagro fulge ante sus ojos y ante su corazón. No es posible dudar: la Santísima Virgen del Rosario ha sentado sus reales en las rocas del Pastarán”.
Esta historia la representamos en una pulsera donde cada paso son unas cuentas de piedras semipreciosas.
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